A veces no valoramos lo que tenemos, no estamos conformes o nos quejamos por diferentes motivos. El valor de encontrarse bien, de tener salud, de tener una familia, un hogar y demás es tan importante que en ciertos momentos no le damos la importancia que tiene.
Que Rodrigo y en un futuro Alonso vayan al colegio y que su mamá les lleve en coche y me pueda despedir con un beso y un "pórtate bien" y "aprende mucho", es algo que en nuestra sociedad vemos a diario pero hay, por desgracia, muchos niños que para ir al colegio o escuela supone un gran esfuerzo diario.
Hay niños que viven en el desierto, en lo más profundo de la tundra, en un pueblo perdido en la sabana o en la remota ladera de una montaña. Sus padres no tienen dinero y les necesitan para trabajar en las labores de la casa. Por si fuera poco el camino que les lleva a la escuela es largo y peligroso. Y sin embargo, hay miles de niños en todo el mundo que todos los días recorren decenas de kilómetros para poder asistir a clase, y lo hacen a pesar de las adversidades, de las inclemencias del tiempo o de una geografía desalentadora, pero con un único objetivo en mente, el futuro.
Con este libro y gracias a Boolino, les podré mostrar a los peques que no todos los niños tienen la suerte de tener una vida fácil, para que sepan que las dificultades son diarias y hay que esforzarse para tener un futuro mejor.
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