Tenía pendiente esta entrada desde hace tiempo hasta que me he decidido escribirla,sobre todo porque nos va a dar envidia ver las fotos por el tiempo que nos espera :(
En el mes de septiembre nos escapamos a pasar una tarde con Rodrigo a los caballos,a que los viera tan de cerca por primera vez.En el coche y más de una vez los hemos visto por el campo pero no tan de cerca como en esta ocasión.
Sonrisa Nevada,es un centro hípico en donde se realizan a parte de visitar el lugar,pasar una mañana o tarde rodeada de caballos,celebrar cumpleaños en donde los peques pueden desde bañarlos hasta montarlos o como nexo en las terapias ecuestres.
Desde bien pequeñita,a parte de los perros, los caballos me han gustado mucho aunque nunca tuve la oportunidad de acercarme a ellos y acariciarlos,como hasta ahora. El contacto con el caballo aporta facetas educativas y terapéuticas a niveles cognitivos,comunicativos y de personalidad.
El objetivo es mejorar la calidad de vida a las personas con dis(capacidad) y/o riesgo de exclusión social (autismo,parálisis cerebral,dificultades motoras,depresión,ansiedad...)
Las monitoras que enseñan a los peques a montar, son Psicólogas,Maestras en Educación Especial e Instructoras de Terapias Ecuestres,es decir,que el trabajo que hacen con todos los niños en general tengan o no dificultades es muy enriquecedor a nivel psicológico,educativo y motor.
Intento educar a Rodrigo en valores,que esté cerca del mundo natural,aunque a veces no podamos tanto como queramos, y desarrolle y respete el amor hacia los animales.
Todo lo que trabajemos con Rodrigo a estos niveles siempre va a ser beneficioso para él pero todo con unos limites,es decir no sobreestimularlo,de por sí bombón mayorcito está muy espabilado y su desarrollo motor y psicológico es fantástico.Por eso cuando acudamos a ver a los caballitos no lo haremos por terapia sino porque disfrute de los animales que tanto le gustan.
Aprende,Disfruta,Crece.
¿Os animáis a disfrutar de los caballos?
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