Nos vamos de picnic

Hoy me gustaría hablaros de una excursión que organizó la guardería de Rodrigo para hacer en familia, visitar las Cascadas del Infierno en Loja y pasar un buen día en el río acompañados de patos y truchas en Riofrío.

Rodrigo era la primera vez que viajaba en tren, aunque aún es pequeñito el viaje lo hizo relajado y viendo en todo momento el paisaje.El viaje fue corto,en media hora estábamos en Loja.Un autobús nos esperaba para llevarnos a la primera excursión,visitaríamos Los Infiernos de Loja.

Los infiernos son caídas de agua declaradas Monumento Natural la cual encierra una gran riqueza ecológica y paisajística.Es difícil pensar que el rio Genil pueda generar estas cascadas hasta que uno no las ve.

De nuevo el autobús nos esperaba para llevarnos a Riofrio una pedanía perteneciente a Loja situada a 65 kms de Granada. Es un importante enclave turístico no solo al rincón en que se asienta sino por su importante criadero de truchas y esturiones y su complejo de restaurantes y hoteles.

No puedo dejar de mencionar el caviar que se produce debido a la purezas de sus aguas y conocido mundialmente como uno de los mejores.

Llegando al lugar donde haríamos el picnic,la ocasión lo requería, preparé unas cajitas (mnc) compuesto de tenedor,cuchara,servilleta,pajita y unos sandwichs.En otra cajita metí unas empanadas para compartir y en boles individuales ensalada de pasta.Lo que más rico estaba fueron las tortillas de patatas que preparó mi madre,les da ese toque,mmm, que por ejemplo yo no le doy, para mí, ¡las mejores!.
Era la primera vez que preparaba un picnic handmade.¡Me ha gustado tanto la idea que buscaré cualquier excusa para hacer uno nuevo!

A la tarde y después de disfrutar en familia la comida y de ese descanso en plena naturaleza,decidimos ir a ver el nacimiento del río y ver las truchas y patos como se acercaban al lugar donde estabamos para comer el pan que les llevamos.

A través de los viajes los niños aprenden muchas cosas.Es increíble ver a Rodrigo como disfruta en cada momento,es tan observador que no se le escapa nada.

Gracias a la Cabaña del Dormilón por hacer posible esta excursión y sobre todo conocer gente estupenda.

Besos